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¿Cómo desalojar a un inquilino que no paga la renta?

Desgraciadamente, podemos encontrarnos con situaciones en las que un inquilino deje de pagar la renta, si el problema persiste y tenemos que proceder al desalojo se convierte en una situación un poco complicada, no obstante, es importante, a pesar de todo, mantener la calma para no llegar a hacer cosas que al final puedan perjudicarnos.

En Finques Polinyà te explicamos cómo desalojar a un inquilino que no paga la renta.

Aunque la primera opción que se le ocurre a cualquier propietario es cambiar la cerradura, ese tipo de cosas o el hecho de entrar en la vivienda son imputables para el propietario, ya que mientras el contrato de arrendamiento esté vigente y a pesar de que el inquilino no pague, el inquilino puede denunciar allanamiento de morada, ya que el inquilino tiene el uso de la vivienda.

Por tanto, la mejor manera de desalojar a un inquilino que deja de pagar es notificarle que queremos recuperar esa cantidad de dinero pendiente, sabiendo que desde el primer mes en que deje de pagar, se puede reclamar la renta correspondiente.

La mejor manera de realizarlo es mediante burofax para que haya una constancia fehaciente de que se ha enviado la notificación, independientemente de que el inquilino no conteste y en este documento, habrá que especificar cuál es la cantidad que se debe y el plazo que tiene para pagarlo.

A partir de esta comunicación, el inquilino cuenta con un plazo de 30 días para pagar la deuda y de no hacerlo, se puede iniciar el proceso de desahucio y posterior desalojo.

Siempre es conveniente poder negociar con el inquilino y buscar soluciones antes de tomar este tipo de decisiones, pero si no hay respuesta, la ley contempla varios métodos para poder recuperar la vivienda, aunque el más efectivo es el proceso de desahucio por impago de alquiler.

Este proceso se inicia interponiendo en el juzgado una demanda de desahucio que firma un abogado y un procurador y cuando el juzgado admite la demanda a trámite, se le notifica al inquilino moroso y se le fija una fecha para el desalojo en la que tendrá que entregar la vivienda y devolver las llaves. El inquilino tiene un plazo de 10 días para desalojar la vivienda y pagar las deudas, en caso contrario y si además la vivienda no está en las condiciones en las que se entregó, el propietario se puede quedar la fianza o incluso demandar al arrendatario por mal uso del inmueble.