Comunidades de vecinos y toldos: Guía legal para evitar problemas

Vivir en una comunidad de
propietarios implica respetar ciertas normas que, en ocasiones, pueden limitar
nuestra libertad de modificar los elementos de un inmueble. Esto es
especialmente relevante cuando se desean instalar toldos o pérgolas, ya que se
deben cumplir una serie de requisitos tanto a nivel comunitario como municipal
para realizar la instalación de manera legal. En Finques Polinyà te ofrecemos una guía legal para evitar problemas.
La Ley de Propiedad
Horizontal establece en su artículo 7.1 que los propietarios no pueden realizar
modificaciones en los elementos arquitectónicos del edificio, ni alterar su
estructura o el estado de sus fachadas, siempre que esto pueda afectar a otros
propietarios o a la imagen del inmueble. Cualquier obra de este tipo debe ser
informada previamente a la comunidad, y la modificación solo puede llevarse a
cabo con el consentimiento de los demás propietarios.
En cuanto a los requisitos
específicos para instalar toldos y pérgolas, dependerán de lo que estipulen los
estatutos de la comunidad, que pueden regular detalles como las dimensiones,
materiales o colores permitidos. Si no existe una normativa al respecto, será
necesario obtener la autorización de la junta de propietarios antes de
proceder. Además, también es necesario cumplir con las ordenanzas municipales,
que pueden imponer restricciones para preservar la apariencia del edificio y la
armonía en la comunidad.
Es posible que para
realizar la instalación sea necesario solicitar una licencia municipal,
especialmente si la obra afecta al espacio público o a la estructura del
inmueble. En este caso, es fundamental cumplir con los requisitos del
ayuntamiento, que puede exigir desde una simple declaración responsable hasta
la obtención de una licencia formal.
Si decides instalar un
toldo o una pérgola sin obtener el permiso adecuado, podrías enfrentarte a
reclamaciones por parte de la comunidad o incluso a sanciones administrativas.
Si la instalación se hace sin seguir los pasos requeridos, lo más probable es
que debas retirarla o legalizarla, solicitando el permiso correspondiente y
asegurándote de que cumple con la normativa local y comunitaria.
El plazo para la
prescripción de estos casos varía según la jurisprudencia, pero si la comunidad
no actúa, la instalación podría convertirse en un derecho adquirido por
consentimiento tácito.