Opciones para personalizar y desamueblar tu piso alquilado sin problemas

Vivir de alquiler puede
traer consigo situaciones complicadas, especialmente en lo que respecta a la
disposición de los muebles dentro de la vivienda. Es crucial entender que,
según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), cualquier modificación en la configuración
de la vivienda, incluyendo el mobiliario, requiere el consentimiento expreso y
por escrito del propietario. En Finques
Polinyà te explicamos cuáles son las opciones para personalizar y
desamueblar un piso alquilado sin problemas.
Si alquilas un piso
amueblado y deseas cambiar los muebles por los tuyos, debes primero negociar
con el arrendador. Aunque puedas no estar conforme con el estilo o la calidad
de los muebles existentes, el contrato de arrendamiento establece que tienes la
responsabilidad de mantener y devolver la propiedad en las mismas condiciones
en que la recibiste, si deseas conservar tu fianza.
¿Qué hacer si el
propietario no acepta tu propuesta? La mejor opción es buscar un acuerdo mutuo.
Puedes proponer guardar, vender, o donar los muebles existentes, pero la
decisión final depende del arrendador, especialmente si el contrato especifica
que la propiedad se alquila amueblada. Si obtienes permiso para cambiar los
muebles, es recomendable documentar todo por escrito, detallando los cambios y
obteniendo la firma del arrendador. Esto servirá como protección en caso de
disputas futuras sobre el estado de la propiedad al finalizar el contrato.
Si el arrendador se niega a
cualquier cambio, tendrás la obligación de mantener los muebles existentes
durante el período de arrendamiento. Puedes considerar la posibilidad de
almacenarlos en un trastero, pero los costes correrán por tu cuenta. Al finalizar
el contrato, deberás reinstalar los muebles originales según el inventario
inicial, asegurándote de que la propiedad esté en el mismo estado que al inicio
del arrendamiento.
Lo recomendable es actuar
siempre dentro de los límites legales y contractuales para evitar conflictos y
garantizar la devolución íntegra de tu fianza. Comunicarte abiertamente con el
arrendador desde el principio puede facilitar la negociación y minimizar
problemas futuros relacionados con la propiedad en alquiler.